“Quien se atreve a enseñar, nunca debe dejar de aprender.” John Cotton Dana
“Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas.” José Ortega y Gasset

22 nov 2011

El renacimiento de las ciudades en la Edad Media: Universidades y Ferias


Es muy interesante (y cada vez más frecuente, sobre todo en verano) la representación que se hace en toda España de los mercados y ferias medievales. En nuestro pueblo sin ir más lejos, tenemos uno de esos mercados con motivo de las fiestas de La Laguna. El Alcuentru Medieval se sirve de la figura del Rey Aurelio y es buen momento para poder viajar en el tiempo y recrear el ambiente, los olores, la gastronomía y el jolgorio que surgía en torno a estos eventos comerciales. Sin embargo, no os olvidéis que las ferias y mercados resurgen en los últimos siglos de la Edad Media (a partir del siglo XI en adelante) y no en el siglo VIII ,época en la que vivió nuestro rey Aurelio, quinto monarca de Asturias. Pero eso es lo de menos. A pesar de este anacronismo (y algún otro como ciertos trajes del ¡siglo XVIII! que he visto desfilar), rescatar la figura del rey para hacer resurgir las fiestas de El Entrego, que estaban de capa caída, me parece una idea genial. ¿A vosotros no?.

Bueno,  a lo que íbamos: a estudiar las ferias medievales: 

1. Descarga este documento sobre las Ferias en la Edad Media y realiza los ejercicios que trae a continuación

Las Ferias Medievales


2. Ahora, lee el siguiente texto sobre la Universidad de Oxford  y a continuación, te invito a realizar una visita virtual a dicha Universidad pinchando en el enlace que aparece al final del artículo. No olvides visitar uno de los más impresionantes de la ciudad, el Christ Church, y su catedral. ¿Sabías que el paraninfo medieval de este colegio universitario ha servido de escenario para el comedor de Hogwarts en la saga cinematográfica de Harry Potter?


A comienzos del siglo XII, la pequeña aldea inglesa de Oxford comenzó a destacar por su labor docente. La calidad de la enseñanza que allí se impartía le granjeó pronto una reputación en otros países europeos y atrajo a numerosos académicos. Esta importante llegada de docentes daría lugar, más tarde, al nacimiento de la vecina universidad de Cambridge.

En el año 1200, Oxford contaba ya con una universidad organizada, a imitación de la prestigiosa universidad de París. Sostenida por la Corona y la Iglesia, la vida universitaria de esta localidad se expandió. Desde ese momento, y a lo largo de los siglos siguientes, se fundaron muchos colegios universitarios, hasta sumar los 39 actuales. En estos colegios, no solo se imparten clases; desde 1410, los estudiantes también se hospedan en ellos. Durante siglos, el acceso a la universidad estuvo reservado solo a los hombres. En Oxford, las mujeres comenzaron a ser admitidas en 1878, aunque hasta 1920 no se les permitió obtener títulos universitarios. Los estudios iniciales se centraban en las artes liberales tradicionales: el trivium (gramática, retórica y dialéctica) y el cuadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música). La enseñanza se impartía en latín. Como hasta la aparición de la imprenta los libros eran muy caros, las clases se desarrollaban de la siguiente manera: los maestros leían un texto y, junto con sus alumnos, disertaban acerca de su contenido durante horas. Tras finalizar estos estudios iniciales, los alumnos podían elegir completar su formación universitaria cursando las materias de derecho, medicina o teología.

Para obtener un grado, los alumnos debían superar un examen, que era oral. Para la realización de estas pruebas se construyó la Divinity School en el siglo XV, una magnífica sala gótica donde durante cuatrocientos años los alumnos que deseaban obtener el título de Licenciado o Doctor en Teología debían demostrar sus conocimientos y habilidades dialécticas ante el maestro regente. La universidad impulsó la construcción de otras edificaciones con fines culturales, como las bibliotecas. La más antigua de la ciudad, la biblioteca del duque Humfrey, fue abierta en 1488. Los manuscritos, la mayoría de ellos donados por el duque Humfrey de Gloucester a la universidad, estaban encadenados a los muros para evitar que nadie pudiera robarlos. La biblioteca fue restaurada y ampliada a finales del siglo XVI por sir Thomas Bodley, para poder acoger un mayor número de libros.

Hoy, esta biblioteca, rebautizada con el nombre de biblioteca Bodleyana, es la segunda más grande de Reino Unido. En sus casi 190 km de estanterías se disponen más de siete millones de volúmenes, que pueden ser consultados en sus 29 salas de lectura, con un total de 2.490 asientos.

Fuente: Editorial Santillana




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